Ruta suspendida… el clima no acompaña hoy y aunque allí en el norte lo que menos voy a ver es el sol, no creo que sea necesario tener que “entrenar” con lluvia... Así que, después de la intensa semana que he llevado, un día de auténtico relax no me vendrá mal.
Hace un rato me han enviado un whatsapp para decirme que pusiera “Tve2” (me gusta que te acuerdes de mi cada vez que ves algo del camino :) ). Resulta que estaban haciendo un reportaje de la zona de Finisterre y el arte en el camino de santiago…¿casualidad? Con esta parte del camino tengo una espina clavada que algún día tengo que sacar de ahí. El año pasado, mi rodilla no me dejó avanzar más de Santiago de Compostela y me perdí este último tramo.
Bueno, y como bien dije, voy a hablaros sobre la mochila y que llevar en ella.
El tamaño de la mochila debe de ir en función al material que transportes. Para este tipo de viaje y los días que voy a estar, con una de 40L es más que suficiente. La carga debe repartirse a conciencia, pues es la mejor manera para que la espalda sufra lo menos posible. Si guardamos los bártulos sin sentido alguno, aparte de dolores de espalda, vamos a sufrir en rodillas, aductores, hombros y cuello. Y como no queremos eso, esta sería una idea de cómo hacerlo:

Si lo colocamos bien, la mochila se transporta sin problemas. Ello no quiere decir que no vaya a pesar y que no vayamos a notarla. Al fin y al cabo va a ser nuestra “casa” durante días.
Respecto al material necesario, hay que mentalizarse de una cosa y es: LLEVAR SOLO LO IMPRESCINDIBLE. Hay que olvidarse de los “por si acaso”. Os aseguro, que un par de calcetines “por si acaso”, se van a notar en el peso.
Lo básico sería:
· Saco de dormir (en los albergues no hay sábanas, en algunos te suministran algunas desechables, pero aun así no es nada higiénico dormir sobre el colchón donde miles de personas han dormido). La esterilla no es necesaria a no ser que hagamos el camino en verano y en pleno año xacobeo, pues ahí corremos el riesgo de que los albergues estén completos y nos toque dormir sobre el suelo, pero en esta época del año, las camas sobran.
· Bastones de trekking. Os aconsejo que os llevéis 2 bastones. Yo fui muy “valiente” el año pasado y solo me llevé 1, por si acaso, porque pensé que ni siquiera iba a utilizarlo. A mitad camino, eché de menos el 2º bastón… Ayudan muchísimo a hacer la marcha más ligera y cómoda.
· Chubasquero. Olvidaros del típico poncho económico del decathlon, como haga un poco de aire, el agua entra por todas partes. Yo este año me voy con una buena chaqueta impermeable, con capucha y calentita; un sobrepantalón chubasquero que apenas ocupa espacio en la mochila y un buen poncho que cubre toda la mochila. Aparte, me llevo unos guantes afelpados por dentro e impermeables por fuera. Con frío y lluvia, las manos sufren mucho.
· Chanclas y toalla para la ducha. Venden unas toallas muy ligeras y que apenas ocupan espacio, no son como las de casa, pero hacen la función básica para secarte después de una relajante ducha al final de cada etapa.
· Botas o zapatillas de senderismo. Algo básico que no debería ni nombrar, pero lo pongo. Hay quienes han realizado el camino en sandalias, es más, “el tio Santi” se hizo el camino con unas alpargatas de la época, pero como estamos en el siglo XXI, yo aconsejo invertir algo de dinero en un buen calzado. Eso sí, no lo estrenéis allí, darle kilómetros antes de iniciar el viaje, hay que amoldarse a ellas. El año pasado me llevé unas zapatillas de repuesto para andar por el albergue o visitar el pueblo… ¿y qué pasó? Que no salieron de la mochila en todo el viaje. Fui en chanclas… los pies solo necesitan respirar al terminar la etapa. Si hacía frío, me ponía unos calcetines… si, chanclas con calcetines… ¿ridículo, verdad? Pero es que soy peregrina… Era curiosa las caras de los habitantes cuando te ven en manga corta, chanclas con calcetines y pantalón largo en pleno norte de España. Así que este año, las chanclas de ducha son mis aliadas después de las etapas.
· Cantimplora o camel bag. Por el camino hay bares o fuentes donde puedes ir rellenándola, así que con llevar 1L se puede caminar sin necesidad de deshidratarse.
· Neceser. Esto es un poco personal y cada uno necesita unas cosas, pero lo básico que recomiendo es un pequeño bote de betadine, hilo y aguja para las ampollas (truco infalible que me enseñaron para combatirlas!!), ibuprofeno o similar, cepillo y pasta de dientes (los venden en tamaño pequeño para viajes), gel y champú en botes pequeños y vaselina para los pies (ayuda mucho a evitar las temidas ampollas).
· Candados para cerrar la mochila. Allí todo el mundo suele respetar a todo el mundo, existe un ambiente dónde todos somos una especie de familia que comparte una experiencia única, pero no está de más ser precavidos con “nuestra casa”.
· Respecto a la ropa, tened en cuenta que en la mayoría de albergues, existen lavadoras y secadoras que por unos 3€ tienes tu ropa limpia. Con llevar 2 pantalones (uno para la etapa y otro para el resto del día), 2 camisetas deportivas de material transpirable y ligeras para la etapa, una camiseta para el resto del día y 3 mudas de ropa interior, creo que son más que suficientes.
· Pinzas para tender la ropa, con un par sobra. Con esto, el día que salga el sol, te ahorras el dinero de la secadora.
· No hay que olvidarse de ir documentados con DNI y tarjeta sanitaria.
· Dinero. Tarjeta bancaria y efectivo lo mínimo posible. Recomiendo informarse bien antes de salir de cada pueblo sobre el pueblo al que te diriges, pues no en todos disponen de cajero y hay que tener esto en cuenta para poder dormir y comer, sobretodo.
· La credencial. Es tu acreditación como peregrino, la que te va a dar el pase a los albergues, la cual debes de ir cuñando durante tu camino. Al acabar, es un bonito recuerdo que te dice por qué lugares has pasado… (la credencial se puede conseguir en la “asociación de amigos del camino de Santiago” de tu ciudad, o en el mismo albergue desde donde vayas a empezar, la mayoría disponen de ellas por unos pocos euros; incluso en algunas iglesias del camino las tienen).
· Y lo más importante… Una cámara de fotos donde poder inmortalizar casi cada paso que das. Y una tarjeta de memoria con mucha capacidad, se de gente que tuvo que comprar una a mitad de camino porque no le quedaba espacio en la suya (¿verdad, Angel? :P )
Creo que esto es lo básico en cuanto a material. Eso sí, son datos para hacer el camino “anticrisis”. Hay mil formas de hacer el camino de Santiago, pero esta es la manera económica. Al menos, mi manera.
Espero que sirva de ayuda a alguien. Y si no vais a hacer el camino, que os haya valido como curiosidad para saber lo que lleva un peregrino en su mochila.
Y recordad que lo material es lo menos importante del camino… Allí lo que realmente importa es el día a día, la experiencia, la gente, los paisajes, el ambiente, la hospitalidad… todo eso que no se puede tocar con las manos, eso que se siente cuando estás viviendo algo así… Disfrutad de cada segundo…
Voy a seguir preparando las etapas, guardándome información de los lugares que voy a visitar. Sólo me quedan 10 días… 10 días!! Que ganas tengo de empezar…
Feliz domingo y buen camino…

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