Pero ya es de día y es hora de volver a disfrutar. Hoy nos espera un agradable día por Bled.
Nos vestimos con ropa de paseo, la de montaña la dejamos reposando para mañana.




No entramos al castillo porque la entrada son 9€ y ya vimos por internet opiniones de otros turistas donde la mayoría decían que era un precio excesivo para lo que era el castillo; realmente se pagan las vistas al lago.
Así que, como no vamos sobrados de presupuesto, nos damos media vuelta y bajamos por el lateral contrario al que hemos subido.
La bajada es a través de unas interminables escaleras que nos dejan de lleno en el mismo paseo que bordea el lago. Pretendemos bordearlo completo sin ningún tipo de prisa.
Es temprano todavía y no hay demasiada gente, pero igual pasan corredores, ciclistas, grupos de niños con sus respectivos profesores, que gente dando un tranquilo paseo mañanero con su perro.
Lo primero que me llama la atención es, lo que los habitantes de dicha localidad llaman: la playa; una playa totalmente artificial en el mismo lago. La arena, cambiada por césped y cemento y el horizonte delimitado por una estructura metálica. Cuando no hay playa, pues se inventa ¿no? Aunque la disfrutarán poco tiempo al año contando que este es un lago glaciar y sus casi 3 kilómetros de diámetro, en plena época invernal, se convierten en una inmensa pista de hielo.

En una parte del lago, está situado un club de remo, donde al parecer, se ha realizado el campeonato mundial durante varios años.
Casi en la cara contraria de donde hemos empezado a caminar, el sendero se desvía hacia el interior y una bonita pasarela de madera construida sobre el lago, es la que nos hará avanzar el siguiente tramo.


De aquí ya solo nos queda terminar de completar el sendero y buscar donde comer.
Mi impresión sobre el lago es tal y como la imaginaba cuando lo veía en fotos. Tiene un encanto especial y una calma que hipnotiza.

Sin tener muy claro en cual parar, nos metemos en el camping Danica, en la localidad de Bohinja Bistrica, antes de llegar a Bohinj.

Guardamos en una bolsa toda la ropa que queremos lavar y nos vamos directos a la ducha. El baño de mujeres está muy bien cuidado, muy limpio e incluso tiene secador de pelo. No hay nadie en este momento, así que acampo a mis anchas y me doy mi merecida y lujosa ducha de agua caliente.
Completamente relajada y, sobretodo limpia, hablo con Sergi y decidimos acercarnos a recepción a pagar la estancia. Aún tenemos que esperar un poco, pero en breve aparece una amable mujer que nos atiende. Nos toma los datos y le preguntamos por la lavadora que, para descuadre de nuestros planes, resulta que no funciona. Nos toca hacer selección de ropa y aguantar como podamos lo que nos queda de viaje. Bueno, al menos hemos podido ducharnos en unas instalaciones muy buenas y el camping es precioso. 9€ por cabeza han tenido la culpa de estos lujos… ¡¡Que bello es vivir!!
Me paso por el bar a por un par de cervezas, Le doy una a Sergi y, mientras él se aísla un rato del mundo para grabar su vídeo para el Tejada del futuro (como él mismo lo llama), yo me siento en el césped apoyada en el tronco de un árbol, a orillas del río, con mi cerveza… a disfrutar del precioso atardecer que tengo ante mi. No necesito ni quiero nada más en este momento. Soy completamente feliz.
Un largo rato después de estar conectando interiormente con la naturaleza, pruebo si hay wifi desde este punto y curiosamente hay. Hablo con amigos y familiares. Mi abuelo sigue mejorando cada día un poquito más, está hecho un auténtico guerrero. Los médicos no daban un duro por ti y ahí estás tú descolocándolos a todos, como debe ser. Y Darco está estupendamente; la verdad que me habría encantado poder traérmelo… lo echo de menos, me siento algo extraña sin él pegado a mi a toda hora.
Sergi vuelve a la parcela y me cuenta un poquito de lo que ha grabado. Ya está anocheciendo, así que es la hora de abrir la botella de vino y prepararnos una sopa para cenar.
Un partida (o más bien varias) al escandaloso juego del Jenga, bajo la luz de la luna y nuestros frontales, dan el fin a esta tranquila jornada. Mañana más y mejor…
Lahko noc…
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