domingo, 20 de abril de 2014

Etapa 11... Lo que me queda por vivir.

06:00 se escucha la alarma de Oscar. Hoy hemos dormido en una habitación Oscar, Josema, Ali y yo; se agradece que en los albergues privados pongan a los grupitos de amigos juntos en una sola habitación. ¿Lo malo? Pues que se sabe enseguida quien ronca y mi catarro me ha delatado esta noche, aunque dicen que ha sido poca cosa...

Me despierto con energia y me preparo para la posible lluvia que nos pueda caer. Ha estado casi toda la noche lloviendo y, aunque ahora no lo haga, tiene pinta de que antes o después caerá.


Nos vamos a desayunar a "el alquimista", la tienda/bar dónde ayer nos atendieron tan amablemente.
Hoy estoy muy motivada, tengo ganas de ver Burgos y sobretodo su catedral.

Aunque vaya a caminar hasta el miércoles, mi primera idea de terminar el camino era hoy en Burgos, así que me sirve de otro motivo más para querer llegar allí.

Arrancamos los 4 entre risas y alguna que otra anécdota relacionada con el camino (evidentemente). Enseguida llegamos a Atapuerca, pueblo dónde se encuentran los famosos yacimientos que no vamos a ver porque es una visita turística y nosotros venimos a caminar...

La salida del pueblo, el camino nos adentra en una subida a "la sierra de atapuerca" y es aquí dónde nos empieza a llover y cada vez con más ganas. Yo voy bien preparada para la lluvia, así que la disfruto incluso jugando como un niño metiéndome en los charcos llenos de barro. Llamadme loca, pero esto también me da energía y más en una etapa como la de hoy.


La subida nos lleva al alto de la sierra dónde hay una cruz de madera rodeada por un montículo de piedras que me recuerda mucho a la cruz de Ferro (situada en los montes de León, saliendo de Foncebadón, antes de la bajada a Ponferrada; osea, parte de mi camino del año pasado), así que en honor a ella, cojo una piedra y la dejo sobre las demás aportando mi granito.


No puedo hacer demasiadas fotos con la lluvia y la niebla que hay, apenas se ve nada y mi cámara tampoco es acuática.

Justo en este punto, hacemos un alto en el camino y yo me pongo mis pantalones chubasqueros mientras Ali estrena sus polainas caseras hechas a base de las mangas de un chubasquero y la cámara de la rueda de una bici... Si, tal cual suena; ver para creer, es una bomba de imaginación esta mujer.


A partir de aquí, empieza el descenso entre piedras resbaladizas, barro y charcos hasta que tocamos carretera. Continúa lloviendo sin ánimo de querer parar.

Unos cuántos kilómetros más adelante, aparece el tan esperado bar que, evidentemente, está repleto de peregrinos empapados. Nosotros no vamos a ser menos y paramos a almorzar ahí también.

Ya entrados en calor y con fuerza, nos equipamos otra vez y salimos en busca de Burgos.

Hoy el paisaje es pésimo, caminamos todo el rato por carretera.
Está la opción de ir bordeando el río, la senda fluvial, pero en un día como hoy es un suicidio por el barro que podamos encontrar y lo más sensato es hacerlo por carretera, así que eso hacemos.

La lluvía, por suerte, me da por la espalda y no está resultando incómoda. De todas maneras, yo sigo disfrutando de ella y mis nervios por llegar a Burgos aumentan.

Bordeamos el aeropuerto y entramos por la parte del polígono industrial. Y cuando ya crees que estás entrando en Burgos, te enteras de que aún te quedan como 10km para llegar al albergue... Empiezo a desesperarme un poco y aquí empieza mi dolor de hombro. También es normal, pues llevamos sobre 20km y solo he hecho una parada para descansar de la mochila.
Pero aquí me contradigo yo misma diciéndome que mientras he estado disfrutando de la lluvia, imaginándome la catedral de Burgos, etc... No me ha dolido nada.
Así que, Martita, vuelve a tu nube y disfruta del camino por muy feo que sea hoy.

Y eso hago, saco fuerzas y empiezo a soltar alguna tonteria para que nos riamos todos un rato. Me dibujo la sonrisa en la cara y veo las cosas de otra manera.

Cuando quiero darme cuenta, el cartel de entrada a Burgos lo tengo delante de mi.


Ahora si, la catedral no puede estar muy lejos y mis nervios se ponen como los de un niño con un juguete nuevo.
Hasta que conseguimos llegar al centro de la ciudad, son casi 3km que se me hacen interminables y mi mochila vuelve a pesar mucho de repente.
Me desespero, me duelen los pies, el hombro me da pinchazos, maldigo lo grande que es la ciudad y de golpe y porrazo me quedo callada mirando fijamente lo que tanto he estado deseando... Ahí está, no me lo puedo creer, es impresionante.... Tengo la catedral de Burgos enfrente mía... Y trás 24 kilómetros...


¡¡OBJETIVO CONSEGUIDO!!

El albergue está justo al lado, los demás ya han entrado, pero yo con la emoción no se que hacer, solo puedo mirarla y notar la emoción que llevo dentro... Pongo pies en tierra y decido coger cama, ducharme rápido y salir a contemplarla bien de cerca.


Antes de comer, nos despedimos de Josema, el acaba aquí su camino... Una lástima, la verdad, habíamos pasado estos 2 últimos días con él y habían sido muy agradables. Me alegro mucho de que te hayas cruzado en mi camino y de haber caminado a tu lado.


Una vez comidos, decidimos ir los 3 a hacer unas compras necesarias y, porsupuesto, visitar la ciudad.



No voy a dar demasiado detalles, pero me ha fascinado Burgos y eso que no la he visto entera. Eso sí, la catedral no he podido verla por dentro, pero por fuera le he dado 3 vueltas completas sin dejar de admirarla en ningún momento.




Después de estar toda la tarde paseando, de que haya salido el sol y de no notar ni el cansancio de la etapa, me voy a cenar y a la habitación a preparar lo necesario para mañana y sobretodo a descansar en compañia de mis peregrinos. Mañana nos esperan más de 31 kilómetros que esperamos que el clima no nos lo complique demasiado.

Me quedan 2 etapas para terminar...no quiero que acabe, no quiero irme del camino, no quiero volver a la rutina... Sería capaz de vivir así, durmiendo cada noche en un lugar diferente y visitando cada rincón del mundo a pie...

Pero no voy a pensar en lo poco que me queda de camino, sino en lo que aún me queda por vivir...


Buenas noches y buen camino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario