miércoles, 16 de abril de 2014

Etapa 7... Estos pies no van a poder conmigo.

06:00 se empieza escuchar movimiento de gente y me despierto. Noto un ligero dolor en el dedo pequeño de mi pie derecho, cojo el kit de curas y me doy cuenta de que llevo la uña infectada. No se cuantos días llevará así porque el dolor no es de hoy, solo que ahora es más intenso. Me la curo bien, me preparo bien los pies, me visto y bajo a calzarme las botas.
Al ponérmelas y empezar a andar, noto mucha molestia, pero aun así empiezo la etapa. Hasta que encontramos un bar par desayunar dentro de Logroño, voy cojeando y con bastante dolor, pero intento convencerme a mi misma de que cuando se me caliente un poco el pie mejorará. Que ilusa soy....
Un rato más tarde, le pido las sandalias de trekking a Oscar; necesito algo que me deje los dedos al aire, que no me los presione, pues la bota me presiona mucho el dedo meñique y se me está poniendo hasta mal cuerpo.
Me pongo las sandalias y vuelvo a respirar; parece la solución a mi problema de hoy. Ato mis botas a mi mochila y ahora si, ya podemos seguir andando. Paso a paso recupero el color de cara y la sonrisa. No me veía capaz de acabar la etapa de hoy con mis botas y me estaba agobiando bastante.
Hoy tenemos la compañia de Javi, un chico de 20 años que hasta ayer, le acompañaba su amigo Rubén, que ha tenido que volverse a casa por problemas en la rodilla. Javi ha decidido continuar y nosotros le hemos ofrecido nuestra compañia.
Vamos saliendo de la interminable Logroño por el parque de La Grajera, parecía que nunca acababa. Bordeamos todo su embalse y cuando empieza a saludarnos el primer repecho del día, me giro y contemplo las vistas: el embalse de La Grajera con Logroño y las montañas de fondo.
Continua la subida, por suerte, poco pronunciada, hasta los 520metros de altura. Un ligero descenso nos lleva al primer pueblo: Navarrete.
En la entrada están las ruinas del antiguo hospital de peregrinos construido en 1185.

Las flechas amarillas nos llevan por el casco urbano de Navarrete, en el cual saco alguna foto con mi cámara, pero nosotros vamos bastante pendientes de encontrar un bar donde coger fuerzas. Encontramos uno con un ambiente muy rockero que me fascina y me incita a hablar con el dueño del garito y preguntarle curiosidades sobre el local.
Es el mismo dueño el que nos da algun consejo sobre la etapa y nos dice que hasta Nájera no hay nada y que deberíamos cargar de agua las cantimploras. Sin dudarlo un segundo, nos dirijimos a la fuente del pueblo y rellenamos cantimploras.
Hoy, de nuevo, el cielo está despejado y el calor empieza a apretar. Todavía nos quedan 15km a Nájera...
El paisaje de hoy es muy básico y no me incita a hacer fotos. Hoy nos acompañan viñedos a un lado y la carretera al otro; mucho sol y muy poca sombra. Nada bonito.
Me resulta gracioso un momento de la etapa que el camino pasaba justo por debajo de un puente de carretera, osea, por la única sombra en muchos kilómetros. Nos hemos ido acumulando varios peregrinos a descansar en ese tramo.
Descanso de la mochil, bebo bastante agua, como algo con azúcar y continuamos.
La siguiente parada viene en el punto mas alto del día bajo la sombra de un árbol.
Desde aquí se puede observar Nájera, pero mi guía ya me avisa de que no me haga ilusiones porque aún queda bastante.
Empezamos a fatigarnos, el calor empieza a ser infernal. Yo me protejo bien con crema y me tapo la cabeza con la palestina.
Más adelante, hacemos la última parada del día en un refugio en forma de iglú.

Nos sentamos y parece que vayamos a morir en ese instante... Pero empezamos a ver lo positivo: que ya solo nos quedan 5km, que hemos hecho mucho como para rendirnos aquí y ¡¡que somos unos fenómenos!!. Nos levantamos y vamos a por esos últimos 5km.

¡¡Por fin entramos en Nájera!! Y aunque aún nos tenemos que cruzar prácticamente todo el pueblo hasta el albergue, sacamos las últimas fuerzas que nos quedan y apretamos la marcha.
Bajamos al río Najerilla y al fondo del paseo vemos la luz... EL ALBERGUE.

Señoras y señores...29km bajo el sol y ¡¡Séptima etapa completada!!
Esta tarde me apetece mucho descansar, así que voy a dedicarme a ello y a lo que se tercie...
Mañana la etapa es mucho más suave, supongo que la llevaré mejor.
Aunque sigue siendo curioso eso de acabar tan cansada todos los días y estar deseando volver a salir a caminar... Muchos no me entendereis, pero esto engancha como una droga. Ojalá pudiera estar caminando hasta finisterre...
Tenía planeado llegar a Burgos y volverme a casa; eso sería el domingo, pero ya he mirado la manera de quedarme 3 días más caminando, solo falta que el transporte a Valencia no me falle. ¡¡Cruzad los dedos!!

Buen camino...

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